Esta pieza artística refleja las experiencias, convivencia y conocimiento de primera mano de algunos de los últimos artesanos alfareros de Bailén, vinculada con la historia intrínseca del muro donde se ubica, en este caso, la fachada oeste del Colegio Sagrado Corazón de Jesús, donde desde principios del siglo pasado, cuando las Hijas de la Caridad llegaron a Bailén y, además, Doña Mariana Soriano les cedió su casa para que hiciesen de ella un centro educativo.
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