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Los días previos a la Batalla

El General Dupont, siguiendo las órdenes de Napoleón, se desplaza con sus tropas desde Vitoria hasta Cádiz para liberar una flota francesa que había quedado retenida. A su paso por Córdoba, es atacado por un pequeño ejército español, al que consigue vencer, permitiéndole a sus hombres saquear la ciudad como premio.

Como consecuencia, la flota que iba a rescatar es atacada, desvaneciéndose para Dupont el objetivo de este viaje. A todo esto, se suman las noticias de que la Junta Suprema Provincial de Sevilla, recientemente creada, se encontraba organizando un importante ejército, lo que inquieta a Dupont, deteniendo su avance y solicitando refuerzos a Madrid.

Días más tarde, temeroso retrocede hasta Andújar, donde esperaba los refuerzos de los Generales Vedel y Gobert. Mientras tanto, el General Castaños elabora el denominado “Plan de Porcuna”, con el que pretende atacar el ejército de Dupont.

Poco faltaba para que se produjese el histórico hecho, cuando Castaños en las inmediaciones de Andújar provoca que Dupont se angustie y emprenda su retirada dirección a Bailén la noche del 18 de julio. Su decisión se vio motivada como consecuencia de la delicada situación en la que se encontraba, teniendo en cuenta que, tras un enfrentamiento que tiene lugar en Mengíbar entre un pequeño número de hombres del General Reding y las tropas al mando de Vedel y Gobert, provoca la baja de éste último y la huida de los franceses hasta La Carolina y Santa Elena, dejando a Dupont sin protección en Bailén, y pudiendo quedar atrapado entre las tropas de Reding y Castaños.

Efectivamente, los temores de Dupont se confirman a primeras horas de la madrugada del 19 de julio en Bailén, al toparse sus soldados con los de Reding, quienes allí habían acampado para dirigirse hacia Andújar, donde en un primer lugar tendría lugar el ataque como así se establecía en el Plan ideado por Castaños.