Horario de Lunes a Viernes de 8:00 a 13:00h

Uno de los principales factores que influyeron en la victoria de las tropas españolas sobre el ejército francés, fue el gran apoyo que recibieron de la población bailenense. María Bellido se convertiría en la heroína local, quien simboliza al pueblo abasteciendo con cántaros de agua a las tropas españolas en un día donde el calor de verano era especialmente intenso.

Primera fase
Sobre las tres de la madrugada, la vanguardia francesa llega al Puente del Rumblar. A la salida del pueblo, entre el Camino Real y el Cerro Valentín, Reding supervisa los movimientos de sus tropas. Los franceses, bajo el mando del General Chabert y sin esperar la llegada del grueso con Dupont, lanzan una primera carga contra los españoles, quienes lo repelen con su artillería y fusilería. A la llegada de Dupont, y temiendo quedar entre dos fuegos al acercarse Castaños por la retaguardia mientras esperaba los refuerzos de Vedel, decide atacar nuevamente.
Segunda fase
Apenas habían transcurrido dos horas cuando se produce el segundo ataque, en esta ocasión contra la artillería y centro de las tropas españolas. Dupont intenta romper sin éxito la línea defensiva desplegada por Reding, impidiendo abrir hueco en sus líneas.
Tercera fase
Alrededor de las nueve de la mañana tiene lugar el tercero de los ataques, concretamente por el flanco izquierdo y centro español. El cansancio y la sed junto a la incertidumbre de la llegada de Castaños por la retaguardia empieza a hacer mella entre los franceses, lo que obliga a Dupont a realizar un nuevo ataque desesperado sin mayores resultados.
Última fase
Dupont desesperado intenta un último ataque, fracasando de nuevo en su misión. La artillería y fusilería de Reding responde a los franceses agotados por el calor y la sed, quienes al grito de "Morir aquí y resucitar en París" se lanzaban a la Noria de la Huerta de San Lázaro, único lugar próximo con agua. Dupont decide rendirse finalmente, exigiéndole Reding además que las fuerzas de Dufor y Vedel que venían en su ayuda hasta Bailén acatasen también dicho acuerdo. Caso omiso hizo Vedel a su llegada hasta que un encolerizado Dupont le ordenase poner fin a la ofensiva.

Sobre las tres de la madrugada, la vanguardia francesa llega al Puente del Rumblar. A la salida del pueblo, entre el Camino Real y el Cerro Valentín, Reding supervisa los movimientos de sus tropas.
Los franceses, bajo el mando del General Chabert y sin esperar la llegada del grueso con Dupont, lanzan una primera carga contra los españoles, quienes lo repelen con su artillería y fusilería. A la llegada de Dupont, y temiendo quedar entre dos fuegos al acercarse Castaños por la retaguardia mientras esperaba los refuerzos de Vedel, decide atacar nuevamente.

Apenas habían transcurrido dos horas cuando se produce el segundo ataque, en esta ocasión contra la artillería y centro de las tropas españolas. Dupont intenta romper sin éxito la línea defensiva desplegada por Reding, impidiendo abrir hueco en sus líneas.

Alrededor de las nueve de la mañana tiene lugar el tercero de los ataques, concretamente por el flanco izquierdo y centro español. El cansancio y la sed junto a la incertidumbre de la llegada de Castaños por la retaguardia empieza a hacer mella entre los franceses, lo que obliga a Dupont a realizar un nuevo ataque desesperado sin mayores resultados.

Dupont desesperado intenta un último ataque, fracasando de nuevo en su misión. La artillería y fusilería de Reding responde a los franceses agotados por el calor y la sed, quienes al grito de “Morir aquí y resucitar en París” se lanzaban a la Noria de la Huerta de San Lázaro, único lugar próximo con agua.
Dupont decide rendirse finalmente, exigiéndole Reding además que las fuerzas de Dufor y Vedel que venían en su ayuda hasta Bailén acatasen también dicho acuerdo. Caso omiso hizo Vedel a su llegada hasta que un encolerizado Dupont le ordenase poner fin a la ofensiva.